Del P. Stephen
qué decir…
Pues que junto con el P. Raúl eran los dos curas a los que más
apreciaba, que sólo le tuve como superior durante un año pero que fue
suficiente para llevarme una muy buena impresión suya, que fue un excelente
profesor de inglés y que a muchos de nosotros os inculcó un amor especial por
la natación.
Sobre esto hablaré más en un post posterior, por ahora incluyo
algunas fotos que han sido publicadas por los legionarios.
Y ahora algunas
fotos del funeral.
Que descase en
paz.
El cura que celebra el funeral es el P. Eugene Gormley, L.C., el hermano del P. Stephen.
ResponderEliminarYo también estuve en Ontaneda y luego en Salamanca. Acabé en Moncada y de ahí me fui. En Ontaneda tuve al P. Carrillo, al P. Casillas, al P. Arturo Uribe, al P. Fernando Rodríguez (éste fue mi gran cruz, sobre todo en Moncada, donde me lo volví a encontrar. De rector estuvo el P. Morelos. En mi primer año en Salamanca éste último murió de cáncer. También andaba por allí el P. William Brock (algo cabroncete conmigo pero no era un diablo). Pasó por allí también el P. Arturo Conejo. Al P. Villalobos lo conocí en Salamanca. Estaba conmigo en el noviciado.
ResponderEliminarVaya, por lo visto más o menos por ahí andaban los mismos curas. De los que mencionas no conocí al P. Fernando Rodríguez, al P. Morelos, ni al P. Conejo.
EliminarY por lo visto siempre hay algún cura que nos toca las narices por encima de los demás. A tí fue el P. Fernando Rodríguez, a mí el P. Villalobos y el P. Cutanda. En fin...
Pero, para ser justos, también reconozcaamos que había algún cura decente. Pocos, pero alguno sí que había.
Saludos y gracias por participar Nicky.
Salvo que el P. Fernado Rodríguez fuera el P. Fernando, antiguo rector de Moncada, en cuyo caso, sí que le conocí.
EliminarEs lo que me pasa por no conocer sus apellidos :)
El p Arturo era un buen tío, me enseñó mucho de jardinería y probablemente fue el único k siempre tenía un buen trato y nunca una mala palabra o un grito. n cuánto al p Villalobos. .... Todavía sueño con su silbato paramilitar,
EliminarYo me escapé de Moncada por que el P. Fernando me tenía hasta las cejas
EliminarYo me escapé de Moncada por que el P. Fernando me tenía hasta las cejas
EliminarEl padre Fernando, creo no equivocarme, acabaron echandole los mismos Legionarios, porque se le iba la mano atizando. Si sigue vivo, en la vida seglar tiene perfil de maltratador, segurísimo
EliminarMi comentario de 16 de agosto, se me fue la pantalla y no fui capaz de recuperar el comentario para corregirlo. Lo del perfil de maltratador, creo que era el Hermano Ortega.
EliminarEstuve en Ontaneda de 3 agosto de 1977 a septiembre de 1981. Y luego en Salamanca hasta mediados de enero de 1983.
Yo sigo en contacto con bastantes de mis compañeros. Y con alguno que sigue en La Legión. Como en todo, hay buenos y malos. No se puede generalizar.
Perdí cinco años y medio de mi vida, pero los cuatro de Ontaneda sigo diciendo fueron lo mejor de mi vida y los que más me han marcado. Para bien y para mal.
Mi mail: isidro.velasco@hotmail.com
Soy de Salamanca y aquí sigo...
No me puedo creer haber encontrado este blog tan chulo. Me gustaría saber si Nikki sigue siendo un monstruo con el Inglés. Me daba una envidia tremenda verle todo el día con la libretita de Pensum aprendiendo Inglés por los pasillos ;-) (Creo que no me equivoco, Nikki, no pongo tu nombre porque no se si acierto ni si prefieres el anonimato, pero recuerdo que tu apellido tiraba a "moreno oscuro" :-) Te tenía un gran aprecio y eras un gran compañero. Yo estuve en Ontaneda y en Salamanca. Dokediente, estoy contigo prácticamente al cien por cien, aunque luego cada uno tiene sus opiniones según le ha tocado el reparto. Mi reemplazo, como se decía en la mili, fue el del 81, y salí de Salamanca en el 86...
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