lunes, 13 de febrero de 2012

Vale, no todos eran malos

Recuerdo a ciertos padres cuya obsesión no era martirizar a los demás, que pensaban con la cabeza y a los que incluso cogí cierto cariño. Seguro que me olvido de alguno, pero aquí están los más importantes:

- Raúl López Orozco
- Stephen Gormley
- Alfonso Aguilar
- Héctor Peña
- James Farfaglia (Moncada) --> éste en menor medida

Obviamente, ya sabéis quienes me hicieron la vida imposible: el P. Jorge Villalobos, L.C. y el P. Javier Cutanda, L.C.

En Moncada había otro cura especialmente insoportable. El P. Salvador Gómez, L.C. Era un cura con bastante don de gentes, sabía ganarse a la gente y siempre estaba sonriendo (antes fue reclutador -tenía que ser así), pero cuando ese escaparate se cerraba, cuando estabas tú solo frente a él, aparecía quien era de verdad. Es un verdadero Mr. Jeckyl y Mr. Hyde. No he visto nunca a nadie que tenga un comportamiento tan distinto de cara a la gente y después en privado sea completamente lo opuesto. Aparece en mis pesadillas, no digo más.


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