En un principio
los curas utilizaban la misma vajilla que los apostólicos, (esos platos
antiguos traslúcidos asquerosos que todos recordamos). Pero llegó un momento
(no sé a partir de qué fecha) que en Ontaneda los padres comenzaron a utilizar
vajilla marrón y … lo peor de todo es que también utilizaban una máquina
lavaplatos distinta.
Por tanto, a partir
de cierto momento, en Ontaneda, apostólicos y curas tenían distinta vajilla,
que además lavaban en una máquina lavavajillas distinta. Para no contaminarse,
imagino… si es que… manda huevos.
¿Qué hacían en
Moncada? No recuerdo, pero imagino que utilizarían la misma vajilla. Lo que
hacían en Ontaneda me parece de locos.
2.- Procureros y procura
Son palabras que
utilizaban en Ontaneda. Imagino que en México “procura” significa “chuches” y
que procurero significa “vendedor de chuches”.
Pues resulta que
los padres también vendían chuches a los apostólicos. El momento más claro era
los sábados durante el recreo que disfrutábamos en el salón de juegos después
del paseo semanal. También había otras ocasiones, como cuando veíamos una
película (de nazis, romanos, de Chuck Norris o de Bud Spencer –no había más).
Pero no nos emocionemos, que sólo veían películas los miembros de los equipos ganadores
y eso ocurría como mucho 3 ó 4 veces al año.
Imagino que los
curas también harían negocio con las chuches, no sé. Se lo compraban a unos
repartidores que se acercaban a la apostólica con una furgoneta y después los
curas se lo vendían a los apostólicos.Un momento: he dicho “los curas”. Rectifico: quien se lo vendía a los apostólicos eran otros apostólicos que se quedaban sin recreo o sin premio, en su caso, para vender chuches. Si lo vendían a un precio superior al de compra, para que los curas ganaran algo, no lo sé.
Lo que sí que sé
es que siempre que los repartidores
venían a la apostólica, el apostólico encargado de comprar las chuches
(procurero), tenía que preguntarles si “habían traído algo para los padres”,
gratis, se entiende. ¿Os lo imagináis? El apostólico muerto de vergüenza, y los
repartidores sin muchas ganas de querer volver. Estas instrucciones directas de
preguntar si habían traído algo para los padres se lo escuché decir en vivo al
P. Vargas.
3.- Otro comedor
En Ontaneda,
justo antes de llegar al comedor, a la izquierda, había un pequeño comedor
reservado para que comieran ciertos curas que estaban de visita.
No recuerdo
quienes ni en qué ocasiones comían allí, ni siquiera si la comida era distinta.
Lo que sí que recuerdo es al P. David Owen sentado allí a la mesa en distintas
ocasiones. También al P. William Brock.
4.- Comentarios sobre la comida
En Ontaneda la
comida era barata, pero nunca te quedabas con hambre. Bueno, yo me quedaba con
hambre en las cenas cuando no tenía paquete. Y me quejé.
En Moncada el
hambre era más habitual en mí y también me quejé.
Las respuestas
fueron las mismas:
La comida que se
ofrece en los centros legionarios es digna y suficiente.
-
¿Digna?
Tan dignos como pueden ser los callos o los hígados de cerdo.
-
Y
¿Suficiente? ¿Para quién? Supongo que una persona de 100 kgs necesitará comer
más que otra persona de 50 kgs., vamos, digo yo. Y eso no lo tenían en cuenta
los curas cuya norma era “Dos cazos”.
Esto es lo que he
recordado por ahora. Si recuerdo más lo escribo.
Buenas tardes: Yo fui "procurero" en el curso 87-88 y 88-89. Efectivamente nos quedábamos sin película o sin jugar en el salón de Las Columnas, lo bueno que tenía era que debías montarlo antes y desmontarlo después así que podías disfrutar de unos minutos a tu bola.
ResponderEliminarSobre si existían beneficios puedo asegurar que sí, pero los justos para no ocasionar perdidas. Además, los escasos beneficios se gastaban otra vez en mercancía ya que solo se compraba con el dinero que existía en la caja. Entiendo que cuando el chiringuito se cerrara dejó algo de beneficio pero nada sustancial.
También recuerdo eso de pedir para los "Padres". El señor ya lo tenía asumido así que pasaba por el aro. También recuerdo cuando pedías alguna cosa que no tenía salida, bronca segura y nada de sacar lo que a todos les gustaba hasta que se acabara lo otro.
Menudas filas se organizaban cuando se pedía parte de los ahorrillos que teníamos, je,je.
Sobre el comedor que estaba en el pasillo de la Ele, justo entre la heladería y el comedor solían desayunar los "Padres" rezagados o madrugadores. A la hora de la comida también solían comer los profesores civiles.